El Frente Renovador iba con tres candidatos y el triunfador fue el más obvio, Armando Bertolotto, ex Presidente del Concejo Deliberante y cercano a Fernando Galmarini. Jorge Ferraresi obtuvo una victoria contundente y las diferencias entre el PRO y la UCR le restaron a Cambiemos, segundo pero lejos del más votado.
13-08-2015
Con el escrutinio casi definitivo en la interna del Frente Renovador, donde competían tres listas en total, los números beneficiaron a Armando Bertolotto, el más ponderado por las cumbres del espacio fuera de Avellaneda, especialmente el dirigente histórico del peronismo provincial, Fernando Galmarini, el suegro de Sergio Massa. El ex Presidente del Concejo Deliberante, actual edil, representará a la fuerza en octubre.
Atrás quedaron las propuestas de la también concejala Sandra Alice, que era aliada de Bertolotto hasta hace poco tiempo, y José Alessi, que perdió estructura cuando Baldomero Álvarez de Olivera migró a las filas del oficialismo nuevamente.
La definición fue, no obstante, definitivamente pareja. Con el 98,82 por ciento de los votos computados oficialmente, el 35,72 por ciento va para Bertolotto, mientras que el 33,55 para Alessi y el restante 30,73 para Alice.
Es decir, habrá intercambio de concejales en el armado final, considerando que los dos perdedores perforaron el piso necesario, que era del 25 por ciento.
De todos modos, los massistas, en su conjunto, no llegaron a los 20 puntos que buscaban -como mínimo- para este primer cruce. No pasaron del 17,02 por ciento cuando, por ejemplo, Jorge Ferraresi obtuvo el 44,75 por ciento y Cambiemos el 25,27 por ciento. Daría la sensación que el Intendente actual tiene pista para renovar su mandato, tras ganarlo en 2011 por primera vez.
La realidad de Cambiemos, paralelamente, tiene sus matices. La candidata principal de la fuerza y ganadora de la disputa interna, Gladys González, ganó por amplio margen pero la apuesta no salió gratis como ella esperaba: durante toda la campaña tuvo un duro enfrentamiento con el radicalismo, que buscaba la posibilidad de colocar a un candidato propio y no tuvo el aval para poner a la figura que ellos esperaban.
Con la sangre en el ojo, los representantes de la Unión Cívica Radical cambiaron el formato y distorsionaron el curso de la campaña con una dura presentación ante la Junta Electoral que no prosperó pero puso de manifiesto que, indudablemente, reina el descontento en algunos sectores del centenario partido, disconformes con el rumbo nacional comandado por Ernesto Sanz y parte de la cúpula.
Básicamente, la cúpula de la UCR local trató de vetar la postulación de González, aludiendo que no cumplía con los requisitos de la Constitución Provincial, que requiere un año de residencia en el pago chico. González, diputada nacional del PRO, jugó en las primarias sin problemas aunque es probable que sus aliados del radicalismo no hayan militado su oferta como esperaban.
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